Tomografía computarizada
La tomografía computarizada o TC, es un procedimiento en el que se proyecta un haz de rayos X a un paciente y se gira rápidamente alrededor del cuerpo, produciendo señales que son procesadas por el ordenador de la máquina para generar imágenes transversales del cuerpo, denominados “cortes”.
Las imágenes tomográficas contienen información más detallada que los rayos X convencionales, además, pueden unirse varios cortes sucesivos, creando una imagen tridimensional del paciente que permite la identificación de las estructuraras del cuerpo, así como de posibles alteraciones y lesiones.
¿Cómo funciona la tomografía computarizada?
A diferencia de una radiografía convencional, que utiliza un tubo fijo de rayos X, un escáner de TC utiliza una fuente motorizada de rayos X que gira alrededor de una estructura en forma circular.
Durante el escaneo por TC, el paciente debe permanecer acostado en una cama que se mueve lentamente a través del orificio central de la máquina, denominado Gantry. Mientras tanto, el tubo de rayos X gira alrededor del paciente, disparando los haces a través del cuerpo.
Los escáneres de TC utilizan detectores digitales especiales de rayos X, localizados directamente al lado opuesto de la fuente de rayos X. Cuando los rayos X salen del paciente, son captados por los detectores y transmitidos al ordenador.
Cada vez que la fuente de rayos X completa un giro, el ordenador construye un corte de imagen 2D del paciente. El grosor del tejido representado en cada corte de imagen puede variar dependiendo de la máquina de TC utilizada, pero generalmente varía de 1 a 10 milímetros.
Cuando se completa todo un corte, la imagen es almacenada y la cama motorizada se mueve hacia adelante en el Gantry. El proceso de escaneo por rayos X se repite para producir otro corte de imagen, continuando la exploración hasta que se recoge el número deseado de cortes.
El ordenador puede mostrar las imágenes de los cortes de forma individual o generar una imagen 3D del paciente que muestre el esqueleto, los órganos y los diferentes tejidos, así como cualquier alteración que el médico esté tratando de identificar.
Gracias a esta tecnología, este método de diagnóstico por imagen tiene muchas ventajas, incluyendo la capacidad de rotar la imagen 3D en el espacio o ver los cortes en sucesión, haciendo facilitando la localización exacta donde se puede encontrar una lesión o anomalía.
Para qué se realiza la tomografía computarizada
La tomografía computarizada sirve para:
- Diagnosticar lesiones en tejidos blandos y óseos.
- Precisar la ubicación de un tumor o un coágulo sanguíneo.
- Guiar procedimientos como cirugías, biopsias y radioterapia.
- Detectar y controlar enfermedades y afecciones, enfermedades cardíacas, nódulos pulmonares y tumores de hígado…
- Controlar la efectividad de determinados tratamientos.
- Detectar sangrado interno.
Riesgos de la tomografía computarizada
Exposición a la radiación
Durante una tomografía computarizada, te expones brevemente a la radiación ionizante. La cantidad de radiación es mayor que la se recibe durante una radiografía convencional pero no se ha demostrado que las bajas dosis de radiación que se usan en las tomografías computarizadas causen daño a largo plazo. Sin embargo, en dosis mucho más altas, el riesgo potencial de cáncer podría aumentar ligeramente.
El uso de este método presenta muchos más beneficios que riesgos puesto que se usan dosis mínimas de radiación para obtener la información médica necesaria. Además, las máquinas y técnicas más novedosas cada vez requieren menos radiación que la empleada anteriormente.
Material de contraste
En algunas tomografías computarizadas es necesario utilizar un tinte especial, denominado “material de contraste”, para resaltar las áreas del cuerpo que se quieren examinar. El material de contraste bloquea los rayos X y se observa de color blanco en las imágenes, lo que puede ayudar a destacar los vasos sanguíneos, los intestinos y otras estructuras.
El material de contraste se puede administrar:
- Por vía oral: para la exploración del esófago o estómago. Mediante la ingesta de un líquido que contenga el material de contraste (esta bebida puede tener un sabor desagradable).
- Inoculando una inyección: algunos agentes de contraste pueden inyectarse a través de una vena en el brazo para que la vesícula biliar, las vías urinarias, el hígado o los propios vasos sanguíneos se resalten en las imágenes (se puede experimentar una sensación de calor durante la inyección o un sabor metálico en la boca).
- Mediante un enema: se puede introducir un material de contraste en el recto para visualizar los intestinos (este procedimiento puede hacer que se sienta hinchazón e incomodidad).
Reacciones al material de contraste
Aunque es poco frecuente, el material de contraste puede causar reacciones alérgicas.
La mayoría de las reacciones son leves y ocasionan sarpullido o picazón. En raras ocasiones, una reacción alérgica puede ser grave o poner en riesgo la vida.
Si te van a realizar una prueba de TC, informa a tu médico si alguna vez has tenido una reacción al material de contraste.
Cómo debes prepararte
Según la parte del cuerpo que te vayan a explorar:
- Deberás quitarte toda la ropa o la de la zona a explorar.
- Tendrás que retirar los objetos metálicos, cinturón, joyas, las dentaduras postizas y gafas, ya que podrían interferir en los resultados.
- Te indicarán que evites comer o beber durante algunas horas antes de la exploración.
Resultados
Las imágenes por tomografía computarizada se almacenan como archivos de datos digitales y se pueden revisar en la pantalla de un ordenador, un radiólogo interpreta estas imágenes y le envía un informe a tu médico.
Puedes leer más sobre otras intervenciones en nuestra sección: Tecnología e intervenciones.
A diferencia de la tomografía computarizada, la resonancia magnética no emplea radiación ionizante (rayos X).
#Saluteca
Referencias: Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH).