El Sistema Nervioso Autónomo
Cuando hablamos del “Sistema Nervioso Autónomo” nos referimos a las neuronas del Sistema Nervioso Central y del Periférico que se encargan de funciones como el control de las vísceras, de las glándulas y de músculos muy específicos como los de nuestros vasos sanguíneos, entre otros.
¿Cómo se organiza el Sistema Nervioso Autónomo?
Esta parte de nuestro sistema nervioso también se puede dividir en dos sistemas funcionales: simpático y parasimpático.
Tanto el sistema simpático como el parasimpático llegan a la mayoría de los órganos y estructuras internas de nuestro organismo, ya que normalmente ejercen efectos opuestos en una misma estructura.
Por ejemplo, en nuestro corazón, las neuronas del sistema simpático aumentan la frecuencia y la fuerza de la contracción, mientras que las neuronas del sistema parasimpático las disminuyen.
Sin embargo, en otras estructuras como las glándulas sudoríparas, solo actúa el sistema simpático aumentando la sudoración de nuestro cuerpo.
Aunque ambos tipos de neuronas están presentes en gran parte de nuestro organismo, los efectos de las neuronas del sistema simpático pueden ser más evidentes e incluso más conocidos, de hecho se les conoce como “respuesta de huida”, ya que aparecen en situaciones de estrés, excitación y miedo.
Por ejemplo, ante una situación de miedo, en la que estamos en máxima alerta y debemos actuar lo antes posible, nuestro sistema simpático responde de la siguiente manera:
- Aumenta la frecuencia cardiaca y la presión arterial.
- Dilata los bronquios para que llegue más oxígeno a los pulmones.
- Dilata los vasos sanguíneos de nuestros músculos para que llegue más sangre y, con ella, más energía para su funcionamiento.
- Disminuye el flujo sanguíneo de nuestro sistema digestivo.
- Disminuye la movilidad intestinal.
- Aumenta el nivel de glucosa en sangre, para mantener una fuente de energía constante.
- Produce la sudoración para facilitar la pérdida de calor.
De esta forma, nuestro Sistema Nervioso nos prepara para enfrentarnos a cualquier situación.
¿Qué funciones tiene el Sistema Nervioso Autónomo?
Todos los efectos de los que hablamos anteriormente tienen una función principal: el mantenimiento de nuestro medio interno.
Pero, ¿Qué quiere decir esto?
Pues que regula las funciones cardiovasculares, respiratorias y digestivas, además de nuestra temperatura y la secreción de las glándulas de nuestro cuerpo.
Como vemos cumple funciones muy importantes para el mantenimiento de nuestra vida, funciones de las que no nos percatamos porque ocurren de forma automática.
Sin embargo, se ha visto que la actividad autónoma de esta parte de nuestro sistema nervioso no solo está influenciada por la información del interior de nuestro cuerpo. También está influenciada por los cambios en nuestro entorno y por los factores emocionales, gracias a su conexión con el hipotálamo y sistema límbico, una serie de estructuras situadas en el interior de nuestro encéfalo que se encargan de la memoria y los aspectos instintivos y emocionales de la conducta del ser humano.
¿Se puede lesionar el SN Autónomo?
Si, las lesiones de los nervios periféricos también pueden afectar a las neuronas del sistema nervioso autónomo. Estas lesiones pueden estar causadas por accidentes cerebrovasculares, por tumores, por lesiones de la médula espinal e incluso por lesiones de arterias adyacentes a las raíces nerviosas.
Una de las posibles lesiones es la insuficiencia autónoma periférica, que causa desmayos por insuficiencia de control de la presión arterial y la frecuencia cardiaca, incontinencia intestinal, incontinencia urinaria e impotencia.
¿Habías oído hablar alguna vez del Sistema Nervioso Autónomo? Para muchos es un gran desconocido, pero tiene una función primordial para el mantenimiento de nuestra vida.
Si quieres saber más sobre quién controla nuestras funciones vitales, no te pierdas nuestros post sobre Sistema Nervioso, Sistema Nervioso Central y Sistema Nervioso Periférico.
#Saluteca