Meningitis
- publicado por Equipo Saluteca
- Categorías Blog, Enfermedades y afecciones
- Fecha 24 abril 2021
La meningitis hace referencia a la inflamación de las meninges que recubren el cerebro y la médula espinal. Existen varios tipos de meningitis pero las más comunes están provocadas por infecciones causadas por agentes víricos o bacterianos.
Cualquier persona puede contraer la meningitis pero es más común en aquellas que tengan el sistema inmunitario más débil. Por esta razón es muy importante la prevención y en este sentido los programas de vacunación juegan un papel vital.

¿Qué son las meninges y dónde se encuentran?
Para comprender mejor esta patología, debemos conocer cuáles son las estructuras implicadas y, como decíamos al inicio de la lectura, estas son las meninges.
Dichas meninges son membranas dispuestas en 3 capas:
- Piamadre: es la meninge más interna y delicada. Está muy vascularizada y se adapta al contorno del tejido cerebral.
- Aracnoides: es la capa intermedia, entre ésta y la piamadre se encuentra el espacio subaracnoideo, que está lleno de un líquido cefalorraquídeo cuya función es la de amortiguar el cerebro.
- Duramadre: es la capa más externa y fuerte.
Por tanto, entre sus funciones encontramos las de protección, actuando de barrera ante diferentes sustancias y la de amortiguación, ante los propios movimientos del encéfalo como posibles impactos.

Causas
La causa más común de meningitis es debida a las infecciones virales, seguidas de las infecciones bacterianas y, en algunas ocasiones, las infecciones por hongos y parásitos.
Bacteriana
Las bacterias que llegan al torrente sanguíneo y viajan hasta el cerebro y la médula espinal pueden causar meningitis bacteriana aguda.
También puede manifestarse cuando las bacterias invaden directamente las meninges. Las causas pueden ser una infección de oído o de los senos paranasales, una fractura de cráneo o, en casos poco frecuentes, algunas infecciones producidas durante cirugías.
Existen diversas cepas de bacterias que pueden provocar meningitis bacteriana aguda. Estas son las más comunes:
- Streptococcus pneumoniae (neumococo). Esta bacteria es la causa más frecuente de meningitis bacteriana en bebés, niños pequeños y también en adultos.
- Neisseria meningitidis (meningococo). Estas bacterias normalmente causan infección de las vías respiratorias superiores, pero pueden provocar meningitis meningocócica cuando ingresan en el torrente sanguíneo. Es una infección muy contagiosa que afecta principalmente a adolescentes y adultos jóvenes.
- Haemophilus influenzae (hemófilo). La bacteria Haemophilus influenzae tipo B (Hib) en algún momento fue la principal causa de meningitis bacteriana en niños. Sin embargo, las vacunas contra el Hib han reducido considerablemente la cantidad de casos de este tipo de meningitis.
- Listeria monocytogenes (listeria). Esta bacteria se puede encontrar en quesos no pasteurizados, perritos calientes y carnes procesadas. Las mujeres embarazadas, los recién nacidos, los adultos mayores y las personas con sistemas inmunitarios debilitados constituyen la población más vulnerable. La listeria puede atravesar la barrera placentaria, y la infección en una etapa avanzada del embarazo puede ser mortal para el bebé.
Viral
Por lo general, la meningitis viral es leve y a menudo desaparece por sí sola. La causa de la mayoría de los casos es un grupo de virus conocidos como enterovirus, que son más frecuentes a finales del verano y principios del otoño.
Virus como el virus del herpes simple, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el virus de las paperas, y otros también pueden causar meningitis viral.
Crónica
Los organismos de crecimiento lento (como los hongos y la bacteria Mycobacterium tuberculosis) que invaden las membranas y el líquido que rodea al cerebro pueden causar meningitis crónica.
La meningitis crónica se desarrolla durante dos semanas o más. Los signos y los síntomas de la meningitis crónica (dolor de cabeza, fiebre, vómitos y nubosidad mental) son similares a los de la meningitis aguda.
Fúngica
La meningitis micótica puede ser similar a la meningitis bacteriana aguda. A menudo se contrae al inhalar esporas de hongos que se pueden encontrar en el suelo, la madera en descomposición y los excrementos de aves.
La meningitis fúngica no se contagia de una persona a otra. La meningitis criptocócica es una forma fúngica frecuente de la enfermedad que afecta a las personas con deficiencias inmunitarias, como el SIDA. Es potencialmente mortal si no se trata con un medicamento antimicótico. Incluso con tratamiento, la meningitis fúngica puede reaparecer.
Parasitaria
Los parásitos pueden causar un tipo poco frecuente de meningitis llamada meningitis eosinofílica. La meningitis parasitaria también puede estar causada por una infección por tenia en el cerebro (cisticercosis) o malaria cerebral.
La meningitis amebiana es un tipo raro que, a veces, se contrae al nadar en agua dulce. Los principales parásitos que causan la meningitis suelen infectar a los animales. Generalmente, las personas se infectan cuando ingieren alimentos contaminados con estos parásitos. La meningitis parasitaria no se transmite entre personas.
Otras causas de meningitis
La meningitis también puede aparecer por causas no infecciosas, como reacciones químicas, alergias a medicamentos, algunos tipos de cáncer y enfermedades inflamatorias como la sarcoidosis.
Medidas de prevención
Las bacterias o virus comunes que pueden causar meningitis pueden transmitirse al toser, estornudar, besar o compartir utensilios para comer, beber…
Estas acciones pueden ayudarte a prevenir la meningitis:
- Lavarte las manos. El lavado cuidadoso de las manos ayuda a prevenir la propagación de los gérmenes. Enseña a los más pequeños a lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de comer y después de usar el baño, pasar tiempo en un lugar público o acariciar animales.
- Sigue buenas prácticas de higiene. No compartas bebidas, alimentos, sorbetes, utensilios para comer, bálsamos o cepillos de dientes con nadie más. Enseña a niños y adolescentes a no compartir estos artículos.
- Mantén hábitos saludables. Cuida tu sistema inmunitario, descansa lo suficiente, haz ejercicio regularmente y mantén una dieta saludable ingiriendo frutas frescas, verduras y cereales integrales.
- Cubre tus vías aéreas. Cuando necesites toser o estornudar, asegúrate de cubrir tu boca y nariz.
- Si estás embarazada, ten cuidado con la comida. Reduce el riesgo de padecer listeriosis al cocinar la carne, inclusive las salchichas y los fiambres a aproximadamente 74 °C (165 °F). Evita los quesos elaborados con leche sin pasteurizar.
Además de estas, las vacunas son una de las medidas más importantes en la prevención de los diferentes tipos de meningitis.

Síntomas
Los síntomas iniciales de la meningitis pueden ser similares a los de la gripe y pueden manifestarse durante varias horas o unos días.
Los posibles signos y síntomas en cualquier persona mayor de 2 años comprenden:
- Fiebre alta repentina.
- Rigidez en el cuello.
- Dolor de cabeza intenso.
- Dolor de cabeza con náuseas o vómitos.
- Confusión o dificultad para concentrarse.
- Convulsiones.
- Somnolencia o dificultad para caminar.
- Sensibilidad a la luz.
- Falta de apetito o sed.
- Erupción cutánea.
Signos en los recién nacidos
Los recién nacidos y los bebés pueden mostrar estos signos:
- Fiebre alta.
- Llanto constante.
- Somnolencia o irritabilidad excesivas.
- Dificultad para despertar del sueño.
- Inactividad o pereza.
- No despertarse para comer.
- Alimentación deficiente.
- Vómitos.
- Una protuberancia en el punto blando (fontanela) en la parte superior de la cabeza del bebé.
- Rigidez en el cuerpo y el cuello.
Diagnóstico
El médico de cabecera o pediatra puede diagnosticar la meningitis basándose en los antecedentes médicos, una exploración física y determinadas pruebas de diagnóstico:
- Hemocultivos. Se utiliza una muestra de sangre para ver si se desarrollan microorganismos, particularmente bacterias.
- Pruebas de diagnóstico por imágenes. La tomografía computarizada o las imágenes por resonancia magnética de la cabeza pueden mostrar si hay hinchazón o inflamación. Las radiografías de tórax o de los senos paranasales también pueden mostrar si hay una infección asociada con la meningitis.
- Punción lumbar. Para tener un diagnóstico definitivo de meningitis, necesitarás una punción lumbar para recolectar líquido cefalorraquídeo. En las personas con meningitis, el líquido cefalorraquídeo, a menudo, muestra un nivel bajo de glucosa, junto con un aumento del recuento de glóbulos blancos y un aumento de algunas proteínas proteínas. Este análisis también puede ayudar a identificar qué bacteria causó la meningitis. Si el médico sospecha de una meningitis viral, puede solicitar una prueba basada en el ADN conocida como amplificación por reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) o una prueba para saber si hay anticuerpos contra ciertos virus para determinar la causa específica y el tratamiento adecuado.
Tratamiento
El tratamiento dependerá del tipo de meningitis y será adaptado al mismo y a la persona que lo reciba.
Meningitis bacteriana
La meningitis bacteriana aguda debe tratarse de inmediato con antibióticos intravenosos y, a veces, con corticoesteroides. Esto ayuda a garantizar la recuperación y reducir el riesgo de complicaciones, como la inflamación del cerebro y las convulsiones.
El antibiótico o combinación de antibióticos depende del tipo de bacteria que cause la infección. El médico puede recomendar un antibiótico de amplio espectro hasta que pueda determinar la causa exacta de la meningitis.
Meningitis viral
Los antibióticos no pueden curar la meningitis viral y la mayoría de los casos mejoran por sí solos en varias semanas.
El tratamiento de los casos leves de meningitis viral suele consistir en:
- Reposo.
- Ingerir abundante líquido.
- Analgésicos para reducir la fiebre y aliviar el dolor generalizado.
El médico puede recetar corticoesteroides para reducir la inflamación y un medicamento anticonvulsivo para controlar las convulsiones. Si un virus causó la meningitis, se dispone de un medicamento antiviral.
Otros tipos de meningitis
Si se desconoce la causa de la meningitis, el médico puede comenzar un tratamiento con antivirales y antibióticos mientras se determina la causa.
El tratamiento de la meningitis crónica dependerá de su causante.
Los medicamentos antimicóticos tratan la meningitis micótica, y una combinación de antibióticos específicos puede tratar la meningitis tuberculosa. Sin embargo, estos medicamentos pueden tener efectos secundarios graves, por lo que puede diferirse el tratamiento hasta que un laboratorio confirme que la causa es micótica.
La meningitis no infecciosa debido a una reacción alérgica o una enfermedad autoinmunitaria puede tratarse con corticosteroides. En algunos casos, puede no requerir tratamiento porque la enfermedad se resuelve por sí sola.
Siempre que sientas algunos de los síntomas debes concertar una consulta con tu médico de referencia para que puedan valorarte y determinar las posibles causas de tu malestar.
#Saluteca
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