El Cerebelo
Para finalizar nuestro primer viaje por el Encéfalo del ser humano, hoy visitamos el Cerebelo.
Esta peculiar estructura presenta una forma externa que nos podría recordar al cerebro, ya que está dividida en dos hemisferios, posee una capa externa muy replegada denominada corteza y una serie de núcleos internos.
Sin embargo, el cerebelo tiene una función enteramente motora y trabaja a nivel inconsciente, es decir, no nos percatamos de sus órdenes y su trabajo, aunque sean fundamentales para nuestro movimiento.
El cerebelo se origina en la cara posterior del Tronco del Encéfalo, y se conecta con él a través de los llamados pedúnculos cerebelosos. De esta forma, se establecen extensas conexiones que convierten al cerebelo en el principal corrector del movimiento. Pero, ¿Cómo es capaz de ello?
Conexiones del Cerebelo
Nuestro Sistema Nervioso posee un gran número de vías que mantienen conectado el cerebelo con estructuras como la Corteza cerebral, el Tálamo, los Ganglios Basales, el Tronco Encefálico y el Sistema Musculoesquelético.
Todas estas vías son de vital importancia, ya que permiten que el Cerebelo compare nuestros objetivos motores con el movimiento que se está ejecutando, para determinar si el patrón de movimiento es el más adecuado para las circunstancias en las que nos encontramos. Esta comparativa le permite modificar el movimiento y realizar todos los ajustes necesarios en nuestra postura.
Dos de las vías más relevantes son la cortico-ponto-cerebelosa, que informa de los patrones de movimiento creados en la corteza cerebral, y la dentado-rubro-talámica, que influye en el esquema corporal. Sus nombres son indicativo de las zonas en las que se originan y su destino.
Funciones del Cerebelo
Todas estas conexiones que van y vienen al cerebelo hacen que éste influya en el control del movimiento y la postura, permitiendo que nuestros movimientos sean suaves, precisos y coordinados.
Podemos decir que las funciones del cerebelo son controlar la postura y el mantenimiento del equilibrio, graduar el tono muscular y coordinar el movimiento.
¿Y qué ocurriría si se lesionara?
Las consecuencias de una lesión en el cerebelo pueden ser varias, según la zona que se vea afectada. En líneas generales, podríamos encontrar:
- Pérdida del control postural, con dificultad para mantenerse de pie o sentado.
- Temblor durante la realización de movimientos, también conocido como temblor de intención.
- Disminución del tono muscular.
- Marcha inestable.
- Enlentecimiento del habla.
- Movimientos involuntarios de los ojos (nistagmo).
Algunos de los ejemplos más claros son la Ataxia Cerebelosa, la disfunción cerebelosa asociada a la Esclerosis Múltiple o las lesiones por tumores.
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